miércoles, 14 de noviembre de 2007

ESCENA DE MATRIMONIO

En cierta ocasión, un hombre preguntó a su mujer, tratando de animarla:
- ¿Por qué no sales y te diviertes, querida?
Y ella le respondió, irritada:
- ¡Sabes perfectamente, querido, que yo nunca disfruto divirtiéndome!

(“Un minuto para el absurdo” A. De Mello)

Hay quienes sobreviven pensando que para poca salud, más vale morirse. Es la impresión que producen aquellas personas que no creen que los demás les puedan aportar algo ni muestran interés en añadir algo a la vida de los otros puesto que no tienen nada con lo que ilusionarse e, incluso, les molestan las pequeñas cosas que hacen felices a los demás. Por eso, ¡cuanto peor, mejor!

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