Alguien vio a Nasrudín buscando algo en el suelo.
- ¿Qué has perdido, Mulá?, le preguntó.
- Mis llaves, dijo el Mulá.
Y fue así que ambos se arrodillaron para buscarlas. Después de un rato, el otro hombre preguntó:
- ¿Dónde se te cayeron, exactamente?
- En mi casa.
- Entonces, ¿por qué las buscas aquí?
- Porque hay más luz aquí que dentro de mi casa.
(“Las hazañas del incomparable Mulá Nasrudín” Idries Shah)
Algunas personas se pasan la vida buscando la manera de que funcionen las cosas pues ignoran que lo importante no es dónde se mira sino si se encuentra. Es la claridad de la luz lo que no les deja ver que están equivocados. La noche no es buena ni vieja: es oscura y, por ello, puede serlo todo e inspirar pensamientos que suenan confusos pero llenan de esperanza el comienzo de un nuevo año, como ese que reza: «No puedes creer en Dios y ser virgen». ¡Feliz 2008! Que rima con…