sábado, 27 de marzo de 2010

TERAPIA DE GRUPO

En una sesión de terapia de grupo, el animador exhortaba a los participantes a presentarse diciendo su nombre y su profesión, con una breve explicación de por qué habían elegido esa ocupación.

- Me llamo Luis, dijo uno de ellos, y decidí ser médico pues para mí es importante aliviar el dolor de la gente y salvar vidas.

- Yo soy Fran, prosiguió otro del grupo, y me hice arquitecto porque me gusta construir edificios que puedan perdurar a lo largo del tiempo.

- Mi nombre es Carla y soy lesbiana porque me encanta tocar tetas y culos.

- Pues yo me llamo Ramón y hasta hoy pensaba que era albañil pero me acabo de dar cuenta de que también soy lesbiana porque...

(Relato extraído del Libro de la Vida)

Donde fueres haz lo que vieres, sabiendo que la participación de una ideología no implica que las ideas sostenidas sean lógicas, mas ten cuidado con lo que tocares para no caer en la tentación de ese comportamiento pueril y adolescente, que mal copia los gustos y hasta los andares. Por lo general, el ser humano es menos animal que de costumbres pues, cuando la mierda le llega al cuello, tan sólo se le ocurre bendecir la mesa. Y, aunque se le subraye lo importante que es saber adaptarse y resituarse, tiene mala solución porque se vuelve incapaz de desaprender por muchos que sean los palos recibidos o por imperiosa que sea la necesidad de respirar una atmósfera menos incómoda de autoengaño. Solamente a toro pasado, y no se trata de algo cultural, se cae en la cuenta de la holgura que se ha cogido, de que cada vez es más difícil cometer un pecado original y de por qué, cuando el sabio señala a la luna, lo único que ve el idiota es el dedo.

TERAPIA DE GRUPO

En una sesión de terapia de grupo, el animador exhortaba a los participantes a presentarse diciendo su nombre y su profesión, con una breve explicación de por qué habían elegido esa ocupación.

- Me llamo Luis, dijo uno de ellos, y decidí ser médico pues para mí es importante aliviar el dolor de la gente y salvar vidas.

- Yo soy Fran, prosiguió otro del grupo, y me hice arquitecto porque me gusta construir edificios que puedan perdurar a lo largo del tiempo.

- Mi nombre es Carla y soy lesbiana porque me encanta tocar tetas y culos.

- Pues yo me llamo Ramón y hasta hoy pensaba que era albañil pero me acabo de dar cuenta de que también soy lesbiana porque...

(Relato extraído del Libro de la Vida)

Donde fueres haz lo que vieres, sabiendo que la participación de una ideología no implica que las ideas sostenidas sean lógicas, mas ten cuidado con lo que tocares para no caer en la tentación de ese comportamiento pueril y adolescente, que mal copia los gustos y hasta los andares. Por lo general, el ser humano es menos animal que de costumbres pues, cuando la mierda le llega al cuello, tan sólo se le ocurre bendecir la mesa. Y, aunque se le subraye lo importante que es saber adaptarse y resituarse, tiene mala solución porque se vuelve incapaz de desaprender por muchos que sean los palos recibidos o por imperiosa que sea la necesidad de respirar una atmósfera menos incómoda de autoengaño. Solamente a toro pasado, y no se trata de algo cultural, se cae en la cuenta de la holgura que se ha cogido, de que cada vez es más difícil cometer un pecado original y de por qué, cuando el sabio señala a la luna, lo único que ve el idiota es el dedo.