viernes, 16 de diciembre de 2011

EL ORIGEN DEL MUNDO

Él era un niño desesperado que quería salvar a su padre de la condenación eterna y el muy ateo, el muy tozudo, no entendía razones.
- Pero papá, -le dijo llorando- si Dios no existe, ¿quién hizo el mundo?.
- Tonto -dijo el obrero, cabizbajo, casi en secreto-. Tonto. El mundo lo hicimos nosotros, los albañiles.

(“El Libro de los abrazos” de Eduardo Galeano)

Tal vez no sea necesario este comentario sino que más bien responde a una exigencia del calendario. Pero, como donde las toman a menudo también las dan, me gustaría empezar con un desconocido refrán: “cuando hay arruga, no hay duda”. ¿Quién no ha escuchado algún que otro pareado de esos que, de modo interesado y con forma de engaño, relacionan la sabiduría con el paso de los años?. Lo que realmente se constata es que únicamente sirve para meter la pata, pues experiencia es como llamamos a todos esos momentos en los que nos equivocamos, y al que es idiota, cuanto más tiempo vive, más se le nota. Así que, siendo consciente de que se acerca una fecha un tanto deprimente, creo que lo más conveniente es echarse a un lado y no nadar contra corriente, porque antes de quedarse sin aliciente, lo más inteligente es reconocer el error y meter gente.

miércoles, 12 de octubre de 2011

LA QUEJA

Después de una noche de juerga y aún de madrugada, un tipo salta de la cama para ir a orinar y, una vez en el baño, mira lo que tiene entre las manos y exclama:
- ¿Te das cuenta?, hijo de la gran puta. Cuando tú lo necesitas, ¡yo sí me levanto!.

(“Extraído del Libro de la puta vida”)

Quién no ha escuchado, si no utilizado, esa expresión tan carente de sentido pero llena de significado que dice: «jo tía, me has defraudado». De ese modo, la interpretación que se hace del propio fracaso como si fuera una decepción ajena convierte una distorsión en mera justificación. Como casi siempre la solución puede estar en elegir la mejor opción: manejar de forma adecuada las expectativas, siendo consciente de las propias limitaciones, y llevar la iniciativa para que no te toquen los cojones, o bien sentarte a esperar la primavera maldita, mientras sujetas en la boca una flor marchita y vives por la jeta, sin aspirar a ninguna meta, mascullando a cada momento con tono iracundo: que le den por culo al mundo. Por mi parte, no me atrevo a hacerte ninguna recomendación pues, siendo verdad que el único animal que da vueltas después de muerto es el pollo asado, no es menos cierto que quien madruga, se encuentra todo cerrado.

domingo, 21 de agosto de 2011

LA CERVEZA

Un hombre entró en un bar y pidió una cerveza. Al acabar de beber, sacó una foto del bolsillo, la miró y pidió otra. Cuando ya llevaba cuatro cañas, el camarero, intrigado, le preguntó: 
- ¿Por qué, después de cada cerveza, mira la foto?. 
El hombre contestó: 
- Es la foto de mi mujer y, cuando empiezo a verla guapa, comprendo que es la hora de volver a casa.

(“Extraído del Libro de la puta vida”)

A pesar de que suene a obviedad, lo que podría ser nunca coincide con lo que es en realidad. De este modo, tal y como están las cosas, me inclino a pensar que cada vez somos más los que sobrevivimos un tanto acojonados pero no nos reconocemos en la masa de «indignados» y, aunque no renunciamos a una buena tapa, tampoco nos emocionamos con «la juventud del papa». Unos y otros se muestran como signos evidentes de una sociedad adolescente y a los cuales, en cuatro días, probablemente, se les habrá pasado, con perdón, la tontería: las calles recuperarán su particular monotonía y las iglesias continuarán vacías. Yo creo que hay un mundo mejor pero debe ser carísimo. Por eso, huye muy lentamente de las tentaciones para que puedan alcanzarte, porque lo triste no es ir al cementerio sino quedarte.

domingo, 7 de agosto de 2011

SINCERIDAD

El Maestro solía decir que la sinceridad no era suficiente y lo que hacía falta era honradez.
- ¿Y cuál es la diferencia?, le preguntaron.
- La honradez consiste en estar constantemente abierto a la realidad, dijo el Maestro, mientras que la sinceridad no es otra cosa que creerse la propia propaganda.

(“Un minuto para el absurdo” A. De Mello)

Generalmente, la gente busca y, a menudo, encuentra en la relación que establece con los demás un cierto grado de satisfacción. Pero hay personas que, al margen del reconocimiento social, necesitan rodearse de otros mortales para reconocerse a sí mismas como tales. De esta manera, surgen algunas minorías que construyen su identidad dentro del grupo a través de la demonización de los que sitúan fuera, colocando enfrente a quienes viven al lado y convirtiendo al vecino en el enemigo a combatir. Esa obsesión por travestir en ajeno al anejo lleva en más de una ocasión, a que entre estar indignados y ser indignos no quepa un pelo de conejo, pues siempre que alguien quiera ser aprovechado encontrará a quien le permita ser engañado. Por tanto, siendo honrada, he de admitir que las ideas no son responsables de los que creen en ellas y que, si nos empeñamos en perseguir lo incierto, entonces podemos perder lo seguro.

domingo, 17 de julio de 2011

COSAS DE PAREJA

Una mujer estaba viendo el canal del gourmet en la televisión.
- ¿No sé por qué pierdes el tiempo viendo ese programa si tú no sabes cocinar?, le reprochó su marido.
Sin quitar la vista de la pantalla, ella le contestó:
- Cariño, tú te pasas el fin de semana viendo películas porno y yo no te digo nada.

(“Extraído del Libro de la puta vida”)

A pesar de lo que mucha gente piensa, el ser humano no es sociable sino social que, parece lo mismo pero no es igual. Y así, mientras que la pareja o los hijos vienen para quedarse, los amigos aunque sea tarde se acaban yendo, por lo que resultan más baratos y solamente dan por culo a ratos. Tal vez sería lo ideal poder disfrutar esas relaciones a tiempo parcial pues lo malo de hacerse mayor no es que, a medida que vas cumpliendo, los achaques vayan saliendo, ni que se te aclare o caiga el pelo sino que tienes que dormir con el abuelo. Por eso, después de una trasnochada, prefiero estar sola que mal follada y contar con una amiga para cantar con ella, agarrada cada cual a su botella que, al final, lo importante en este mundo es... la amistad.

domingo, 24 de abril de 2011

DESVESTIRSE

- ¿Alguna vez has pensado por qué las parejas se ayudan a quitarse la ropa, cuando quieren tener relaciones sexuales?
- Es lógico, ¿no?
- Sí, pero una vez que han terminado, ¿por qué se visten solos?
- ¿Qué quieres decir?
- Pues eso: que nadie te ayuda cuando estás jodida.

(“Extraído del Libro de la puta vida”)

Como suele decirse del hambre y las ganas de comer, también van siempre juntos la necesidad y el interés, de manera que la misma condición que nos acerca a los demás en época de bonanza, nos aleja irremediablemente de ellos cuando apenas hay algo que llevarse a la panza. De esa unión de conveniencia surgen el afecto hacia los que están al lado, la amistad con los cercanos y el amor a los más íntimos. Por eso, el ser humano se levanta egocéntrico, a mediodía se vuelve egoísta y al acostarse se torna egotista, o sea, que si te he visto no me acuerdo pero si te desvisto lo recuerdo. Y, como consejos vendo que para mí no tengo: aprende de los errores de los demás pues, aunque vivas muchos años, no podrás cometerlos todos tú mismo, y nunca le pegues a un hombre que encuentres caído porque puede levantarse y, entonces, quizás seas tú quien esté jodido.

sábado, 2 de abril de 2011

LA LÓGICA

Un profesor de universidad se presentó ante sus alumnos el primer día de clase:
- Buenos días a todos. Soy el nuevo profesor de lógica y voy a comenzar explicándoles esta asignatura poniéndoles un ejemplo.
Entonces, adoptando un tono solemne, se dirigió a la sala abarrotada de alumnos, en los siguientes términos:
- Vivo en La Moraleja, en un chalet de 1.500 metros cuadrados. Tengo dos hijos que estudian en la facultad de sociología de la Sorbona. Mi mujer es profesora de estilismo. Mi coche es un porsche Cayenne y mi mujer conduce un BMW descapotable. Todos los años veraneamos en el balneario de Baden Baden,…
Y estirándose la chaqueta, añadió:
- Con estos datos, ¿alguien sabría aplicar una ecuación lógica para averiguar cuántos años tengo?
Tras un silencio sepulcral, se oyó al fondo de la sala una voz:
- ¡Cuarenta y cuatro!
El profesor, sorprendido, invitó al alumno a que razonara el resultado.
- ¡Efectivamente! Por favor, venga a la pizarra y cuéntenos qué procedimiento ha utilizado para resolverlo.
Saliendo de la última fila, un alumno con pinta de friki se acercó hasta el profesor y, carraspeando un poco, contestó:
- ¡Es fácil porque tengo un amigo que es medio gilipollas y tiene veintidós!.

(“Extraído del Libro de la Vida”)

¿De qué le sirve a nadie vestirse por la cabeza o por los pies si sobrevive en un mundo que está al revés? Si ya hace tiempo que no eres infante y tampoco posees la condición de inmigrante, si no tienes cachorros a los que ver crecer ni estás casi en edad de merecer, si no has estado nunca parada y ni siquiera aspiras a estar jubilada, si no has sufrido la desgracia de ser maltratada ni te han tachado nunca de discapacitada, lo siento querida: estás apañada. Pues, aunque creas que estás sobradamente preparada, pagues religiosamente o lleves una eternidad cotizada, si no formas parte o has pertenecido a uno de esos colectivos, supuestamente calificados como desfavorecidos, da igual que lo veas blanco, negro o beis porque naciste en el sesenta y seis. Por eso, cuando sientas que la montaña viene hacia ti, corre porque es un derrumbe y, si a pesar de todo, aún sueñas con acabar con el hambre y la pobreza, bendice la mesa y cómete a un pobre.

miércoles, 5 de enero de 2011

LA BÁSCULA

Después de muchos intentos, una mujer consiguió al fin hacer algo en relación a su peso: decidió no volver a subirse a una báscula.

(“Un minuto para el absurdo” A. De Mello)

Sea por cultura o por educación, o como resultado de esa macedonia que es la religión, todos atravesamos en la vida momentos en los que, a consecuencia de un determinado comportamiento, nos asalta el fantasma del cumplimiento al que llamamos remordimiento. Entonces nos agarramos como posesos a ese mecanismo psicológico denominado propósito de enmienda, que se basa en la negativa y/o incapacidad para cambiar de actitud o de conducta, y en el cual la acción es sustituida por una intención que se mueve en el terreno de la ficción, con el fin de acallar la mala conciencia y eliminar un posible sentimiento de culpa. ¿Qué tal si, en lugar de plantear y replantearte las cosas una y otra vez, simplemente las haces? Y si no, prueba a trabajar como si no necesitaras el dinero, quiere como si nunca te hubieran hecho daño y baila como si nadie te estuviese mirando.