martes, 10 de agosto de 2010

EL LIMPIA-VENTANAS

El Maestro vivió durante una temporada, poco después de casarse, en el décimo piso de un edificio de apartamentos. Un día, cuando su joven mujer salió de la ducha para coger una toalla, vio que al otro lado de la ventana estaba mirándola fijamente el encargado de limpiar los cristales del edificio. Ella se quedó como clavada en el suelo, incapaz de mover un solo músculo, debido a la sorpresa.
Al cabo de un minuto, el individuo rompió el hechizo:
- ¿Qué pasa, señora? ¿Nunca había visto a un limpia-ventanas?  
(“Un minuto para el absurdo” A. De Mello)
Resulta una obviedad afirmar que el hecho de participar en una misma situación no significa que las personas implicadas en ella la analicen e interpreten desde una posición compartida. De esta manera, el recuerdo dichoso de lo vivido puede llevar a recrearse en la contemplación de las huellas de un ayer que se antoja cercano y se rememora con cariño, pero la experiencia, casi siempre amarga, de lo perdido empuja a pasar página, arrojándose al olvido, y a mirar al incierto futuro, aunque sea con un andar renqueante e inseguro. Y es que la felicidad no es una mera cuestión de cantidad o de perspectiva, en función de que se considere que el vaso está medio lleno o casi vacío. Lo fundamental radica en si se es o no feliz, es decir, si se ve o no a través del vaso, sobre todo, cuando se vive en un mundo de plástico en el que lo único que se recicla realmente son los propósitos sin cumplir y los deseos por satisfacer. Vamos, que no te puedes parar porque todo tiempo pasado fue, como todo el mundo sabe, anterior y porque detrás de un hombre puede haber una mujer… u otro hombre.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Hola Burka, creo que ésto es un claro ejemplo de la gran falta de respeto por la privacidad que todos necesitamos en nuestra casa.
Pasa continuamente en los vecindarios, personas que chillan demasiado o ponen la música muy alta, personas que controlan tus salidas y entradas...
Personas que mandan a un señor a que limpie tus ventanas y no te avisa.
Respecto al limpia ventanas, otro irrespetuoso porque en lugar de pedir disculpas a la señora por invadir su intimidad, decide que " un ataque es la mejor defensa". Sólo le faltó decirle " ¿es qué es usted tonta?

Anónimo dijo...

Pos claro... yo comparto contigo el éxtasis de iniciar algo nuevo, Burka... y de hacerlo bien acompañado... y de saber que tan solo es otro paso para seguir buscando lo que nunca debe encontrarse... y de estar con gente que, cuando no es uno es otro, comienza, sigue, busca... y disfruta