miércoles, 18 de marzo de 2009

EL CARACOL

Un caracol emprendió la ascensión a un cerezo en un desapacible día de finales de primavera. Al verlo, unos gorriones que se hallaban en un árbol cercano estallaron en carcajadas. Y uno de ellos le dijo:

- ¡Oye, tú, pedazo de estúpido!, ¿no sabes que no hay cerezas en esta época del año?

El caracol, sin detenerse, replicó:

- No importa. Ya las habrá cuando llegue arriba.

(“Un minuto para el absurdo” A. De Mello)

La búsqueda inmediata de resultados puede hacer que apenas nos movamos por el temor que nos produce el fracaso y que no tengamos en cuenta que quien camina sin rumbo siempre llega a alguna parte. Es preferible la soledad asocial que brindan las alturas que el aislamiento comunal que imponen las llanuras porque yendo sola es posible que te encuentres con todos mientras que si alternas con muchos corres el riesgo de perderte tú misma. Por eso, no quiero que me traten como igual, prefiero ser libre y, si volviera a nacer, aunque suene hortera, no me importaría ser rica o famosa, sino felizmente soltera.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Enhorabuena Burka.

EN esta vida las hay que nacen linces y otras que nacen y se mueren ovejas.