domingo, 9 de agosto de 2009

EL INCENDIO

Un discípulo tuvo que salir corriendo hacia su casa cuando le dieron la noticia de que ésta estaba ardiendo por los cuatro costados.

Como era ya un hombre de cierta edad, todo el mundo le manifestó su pesar a su regreso.

El Maestro, en cambio, le dijo:

- Esto hará que la muerte te resulte más fácil.

(“Un minuto para el absurdo” A. De Mello)

Se abre el telón y, por mucho que nos incomode, la existencia se nos presenta como un juego de azar en el cual las cartas están mal repartidas en muchas ocasiones y nuestras destrezas solamente son decisivas en contadas situaciones. De este modo, ninguna realidad humana resiste el análisis realizado desde la perspectiva del final de la vida que hace que todo aparezca como susceptible de ser relativizado hasta el absurdo. Mas, ese sí pero no que nos descoloca es el que nos puede mostrar en cada momento qué es lo que toca, porque son muchos los que pierden la mitad de la vida en anhelar cosas que podrían alcanzar si no desperdiciaran la mitad del tiempo en desearlas.

1 comentario:

Anónimo dijo...

que fino hilas maja...

solo que no creo que las cartas estén mal repartidas... creo que hay que saber jugarlas y aprender a perder (relativizar) de vez en cuando