domingo, 10 de agosto de 2008

EL CONSEJO PATERNO

El Maestro dijo en cierta ocasión:

- Cuando yo era un adolescente, mi padre me previno contra determinados lugares de la ciudad. Recuerdo que me dijo: «No vayas nunca a un ‘night-club’, hijo mío».

- ¿Por qué?, le pregunté yo.

- «Porque verías cosas que no debes ver».

Aquello, lógicamente, despertó mi curiosidad. Por eso, en cuanto se me presentó la primera ocasión, entré en un ‘night-club’.

- ¿Y viste algo que no deberías haber visto?, le preguntaron los discípulos.

- Ciertamente que sí, dijo el Maestro. Vi a mi padre.

(“Un minuto para el absurdo” A. De Mello)

Nada es bueno o malo, mejor o peor, por sí mismo y todo lo que ahora es de un modo u otro, ha empezado a ser alguna vez y no hay razón para que sea siempre de la misma manera, pues el hecho de creer en algo no lo convierte sin más en verdadero. Pero las personas tendemos a elaborar referentes absolutos que nos otorgan la sensación de seguridad, lo cual resulta especialmente delicado en cuestiones de carácter ético y moral. Por eso, es preciso aprender a deconstruir la realidad haciendo posible que el vicio y la virtud tengan contenidos intercambiables porque, puestos a comparar y sin ánimo de enojar, es preferible pagar que tenerte que casar. Y, ya se sabe, el que paga descansa…

1 comentario:

Beatriz Cuesta Pérez dijo...

¿Qué es bueno y qué es malo? ¿Quién lo decide?
Eso lo decide cada persona basándose en la sociedad en la que vive actualmente de una manera injusta para muchas ideologías. Pongamos un ejemplo, una persona que quiere quitarse del mundo porque sufre y hace sufrir y necesita alguien para realizar esa difícil tarea.
¿Por qué se denomina que está mal? …


Un Saludo

PD. es hora de actualizar eh?